¿Comer carne nos hizo listos?




“Uno no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no ha comido bien”
Virginia Woolf

Nuestro cerebro es una intrincada red de neuronas interconectadas mediante unas sustancias químicas con el objetivo de transmitir mensajes de una célula nerviosa a otra. 
Aunque representa sólo el 2% de nuestro peso consume alrededor del 20% de la energía de todo lo que comemos.
  Su principal fuente de energía es la glucosa que proviene de alimentos ricos en carbohidratos, como cereales, legumbres, frutas y vegetales, así como productos lácteos, además de otros nutrientes esenciales como vitaminas, minerales, ácidos grasos y proteínas.
  Ahora sabemos que por medio de la alimentación podemos influir sobre nuestro humor y comportamiento, ayudar a aliviar la depresión, la ansiedad, la neurosis y los trastornos del sueño.


  Pero ¿Cuándo nos volvimos inteligentes? y ¿qué tiene que ver la carne? El desarrollo gradual del ser humano responde en gran medida al cambio en la organización social, es decir, parte de nuestras mejoras  en habilidades responden a los nuevos roles, estructuras sociales aunado a los cambios en la alimentación.
  La incorporación de cantidades importantes de productos alimenticios de origen animal a la dieta supuso el primer gran cambio en la historia de la alimentación humana.  Se sugiere que este aporte energético facilitó que aumentara el volumen del cerebro permitiendo el desarrollo de procesos cognitivos más sofisticados de planificación y abstracción.
  Pero bueno, si no somos los únicos que comemos carne, ¿por qué nuestro cerebro sobresalió? No hay una única respuesta y es por eso que esta hipótesis de la carne y la inteligencia no ha terminado de convencer.
  De manera general, el consenso científico indica que más que el consumo de carne, estas mejoras cerebrales se deben a que una dieta omnívora aportó una variedad de ácidos grasos animales y vegetales que favorecieron el funcionamiento de nuestro cerebro.

Así que amigos vegetarianos, pueden estar tranquilos.

Neuropsic. Gisela Villarreal 

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