¿De verdad es TDAH?
Cada vez es más común escuchar sobre la hiperactividad y el TDAH como si ahora todos los niños fueran hiperactivos, ¿Será que los casos han aumentado de verdad o que esperamos que se comporten como adultos, ahí sentaditos, quietos y poniendo atención?
En las escuelas no falta que se escuche de al menos un niño con TDAH en cada salón pero la pregunta del millón es...
¿De verdad es TDAH?
Primero vale la pena aclarar algunos conceptos y no está demás empezar desde cero. TDAH significa trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Un trastorno es la alteración de las funciones del cuerpo o de la mente que implican malestar y deterioro significativo en el funcionamiento cotidiano. Es decir, que lo que sea que esté mal, afecta de forma muy notoria varias o todas las áreas de la vida de la persona.
Déficit es la falta o escasez de algo que se considera necesario, en este caso la atención.
Atención es un proceso cognitivo fundamental que nos permite dirigir y enfocar nuestros recursos mentales en algo específico o bien, ejecutar acciones determinadas, separando otros estímulos irrelevantes que no son de utilidad en ese momento. Es la capacidad de seleccionar información relevante y mantener el foco mental justo en eso.
Algo muy importante de entender es la hiperactividad que como la misma palabra indica es un exceso de actividad ya sea de movimiento, el no poder estar quieto y también en el lenguaje, hablar demasiado, esto va ligado casi inseparablemente de la impulsividad, que es la tendencia a actuar de forma rápida, sin reflexión previa, sin tener en cuenta las consecuencias, es reaccionar inesperadamente además de manera más intensa de lo que la situación amerita, lo que vuelve el comportamiento inapropiado y brusco.
¿Cómo sabemos si es TDAH?
Para este propósito se utilizan los criterios del manual DSM V-TR, para los que no están familiarizados con este término, se trata del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, que es una guía publicada por la Asociación Americana de Psiquiatría que clasifica y describe los trastornos mentales.
El TDAH se incluye en el apartado de Trastornos del Neurodesarrollo que se caracterizan por déficits del desarrollo o diferencias en los procesos cerebrales que producen alteraciones en el funcionamiento personal, social, académico u ocupacional.
¿Cómo se llega al diagnóstico de TDAH?
A grandes rasgos se requiere tener una historia clínica lo más completa posible que incluya lo que los padres refieren por medio de una entrevista para ir identificado síntomas, la revisión médica con cualquiera dato relevante desde el embarazo, y primeros años de vida, examen físico del niño, condiciones medicas presentes.
Evaluación psicológica o neuropsicológica que suele incluir pruebas de inteligencia, escalas de TDAH, pruebas de atención y concentración, así como funciones ejecutivas, evaluación conductual.
Y es muy importante un reporte observacional de diferentes entornos para cerciorarse que afecte más de un contexto y por el tiempo suficiente.
Aquí está la clave, dos conceptos que deben quedar muy claros: intensidad y persistencia.
La intensidad de los síntomas de un trastorno es un factor crucial para su diagnóstico, clasificación y tratamiento. Se refiere al nivel o grado de malestar emocional, conductual o cognitivo que experimenta una persona que deber ser clínicamente significativo, es decir que causan deterioro funcional notable en la vida cotidiana, afectando la capacidad para desenvolverse en áreas importantes como la familiar, escolar o las relaciones sociales. No se trata solo de la presencia de un síntoma, sino de su magnitud e impacto en la vida.
La persistencia se refiere a que los síntomas han sido notables el suficiente tiempo para afectar a la persona que los padece en el caso del TDAH al menos 6 meses.
Con esta información, la siguiente duda lógica puede ser... ¿Quién diagnóstica el TDAH?
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Escucha en Spotify Podría pasar horas y entraríamos en controversia sobre el especialista indicado, la realidad es que en una gran mayoría de los casos no se realiza el diagnóstico propiamente dicho. Idealmente el proceso suele iniciar con las sospechas de los padres o cuidador principal, luego comentarios de los profesores, la valoración del pediatra que ha visto el desarrollo del niño y que ante ambos reportes lo referirá a un neurólogo o neuropediatra, se debería consultar también al psicólogo clínico, neuropsicológo, psiquiatra o paidopsiquiatra, es decir para el diagnóstico, preferentemente se debe abarcar el área médica, neurológica, psicológica y conductual.
Ya tienes un diagnóstico, ¿ ahora qué ? ¿El TDAH se cura?
No, no tiene cura en el sentido de una eliminación definitiva, ya que es una condición crónica y de neurodesarrollo. Sin embargo, puede ser bastante manejable dependiendo la gravedad con tratamientos que permiten aminorar los síntomas para llevar vidas plenas y productivas.
El objetivo del tratamiento es reducir significativamente los síntomas es decir la falta de atención, hiperactividad e impulsividad y mejorar el funcionamiento diario. Aunque los síntomas con frecuencia disminuyen con la edad, más de la mitad de los niños con TDAH continúan teniendo síntomas en la adultez, por lo que el manejo llega a ser algo a largo plazo.
Con el tratamiento adecuado, es posible "reconducir" el desarrollo cerebral y crear circuitos neuronales más funcionales a través de la plasticidad neuronal, especialmente si se interviene temprano.
Cada caso es único, lo que funciona para uno, no es la solución para todos.
¿Cómo se trata?
Un enfoque combinado suele ser el más eficaz.
La educación sobre el TDAH, el apoyo familiar y la orientación de especialistas son fundamentales para un buen pronóstico.
Desarrollar estrategias de adaptación que incluyan establecer rutinas consistentes, uso de organizadores y cambios del entorno escolar o laboral, etc.
Los medicamentos son el tratamiento más común y ampliamente utilizado para equilibrar los niveles de neurotransmisores en el cerebro, como los estimulantes y no estimulantes. Resuelve tus dudas antes de iniciar un tratamiento farmacológico y toma en cuenta que debes vigilar a tu niño en las tomas y monitorear efectos secundarios. Consulta siempre a tu médico.
Otro eje en el tratamiento es la terapia conductual y psicológica que son las intervenciones más comunes para ayudar a desarrollar habilidades de afrontamiento, organización y manejo de la conducta. La terapia cognitivo-conductual reporta amplios beneficios así como un enfoque en rehabilitación neuropsicológica.
Toma en cuenta que ningún tratamiento, terapia o medicamento funciona de forma aislada y sin el apoyo en casa, hay muchas cosas que no se pueden cambiar ni controlar, pero la familia debe ser el fundamento para crear un mejor entendimiento y entorno, también para apegarse al tratamiento y tener un mejor pronóstico.
Referencias bibliografícas
Asociación Americana de Psiquiatría. (2022). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5.ª ed., texto revisado). American Psychiatric Association Publishing.
Koutsoklenis, A., & Honkasilta, J. (2023). ADHD in the DSM-5-TR: What has changed and what has not. Frontiers in psychiatry, 13, 1064141. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2022.1064141
https://www.fundacioncadah.org/web/articulo/diagnosticar-el-tdah-dsm-5.html
Quintero, J. y Miernau, A. (2011). Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad (TDAH): Aspectos neurobiológicos y genéticos. Revista de Neurología, 52(Supl 1), S75-S86. (Nota: esta es una estimación de un artículo común).


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