¿Qué es la salud mental?
La salud mental es parte integral del bienestar, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud se considera que «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Los conceptos de salud mental incluyen bienestar subjetivo, autonomía, competencia, dependencia intergeneracional y reconocimiento de la habilidad de realizarse intelectual y emocionalmente.
Este componente de la salud involucra un fuerte elemento social, es por eso que los problemas de salud mental afectan a la sociedad en su totalidad y de igual forma que existen factores sociales que alteran nuestro estado mental, y que por lo tanto constituyen un desafío importante para el desarrollo general siendo necesario abordarlos mediante estrategias integrales de promoción, prevención, tratamiento y recuperación, que impliquen a toda la sociedad en general, incluidos los gobiernos.
Entre los factores sociales que pueden ser determinantes en la salud mental se engloban aspectos socioeconómicos, educativos, laborales y familiares, teniendo un riesgo más alto, ciertos grupos como las personas de bajos ingresos, los que no tienen un hogar, los desempleados, las personas con poco nivel de escolaridad, víctimas de violencia, migrantes, refugiados, las poblaciones indígenas, las mujeres maltratadas y los ancianos abandonados.
Para cerrar la brecha entre los recursos y las necesidades creadas por los trastornos mentales y reducir su impacto, la Organización Mundial de la Salud ha establecido el Programa Mundial de Acción en Salud Mental. Asimismo, se encuentra desarrollando directrices para las intervenciones en salud mental en casos de emergencias, y para el manejo de la depresión, esquizofrenia, problemas relacionados con el alcohol, uso de drogas, epilepsia y otros trastornos neurológicos. Todos estos proyectos incluyen el apoyo a los países para ejercer el monitoreo de sus sistemas de salud mental, la formulación de políticas que velen por el bienestar y los derechos de las personas con padecimientos mentales, la actualización de la legislación y la reorganización de los servicios. Estos esfuerzos están generalmente destinados a países de bajos o medianos ingresos, en los que la brecha de servicios es muy evidente.
Invertir en salud mental ahora, puede generar enormes beneficios en términos de reducción de la discapacidad, mejorando la calidad de vida de las personas y previniendo muertes prematuras. Este enfoque se está volviendo más necesario y sin lugar a dudas todos podemos aportar algo para conseguir cuidar de nuestra salud mental como comunidad.
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Lecturas recomendadas:
El plan de salud mental 2013-2020 de la Organización Mundial de la Salud
Un informe de Promoción de la Salud Mental del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la Organización Mundial de la Salud en colaboración con Fundación Victorian para la Promoción a la Salud y la Universidad de Melbourne
Y la guía “La salud mental, un estado de bienestar” de la Federación Extremeña de Asociaciones de Familiares y personas con trastorno mental.
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