Memoria y envejecimiento


No es una sorpresa para nadie que en los países desarrollados la población está envejeciendo, la predicción es que, para el 2050, el 21% de la humanidad estará compuesta por mayores de 60 años. Este hecho indica que se están alcanzando mejores condiciones de vida, pero que también aumentará el número de personas que padecen o que van a padecer demencia en los próximos años. El envejecimiento afecta a la mente y al cerebro de los individuos, aunque existen diferencias individuales en la forma de envejecer. De ahí, la importancia de promover el envejecimiento saludable llevando un estilo de vida activo, alimentación sana, entrenamiento cognitivo y apoyo social.
  Debido a la importancia que tiene para la vida humana el buen funcionamiento de la memoria, parece necesario preguntarse algunas cuestiones: 

¿Qué ocurre en los procesos de memoria conforme nos volvemos mayores? 
¿Todos los tipos de memoria se ven afectados por igual con el paso de los años?
¿Existe algún tipo de memoria que se mantenga relativamente al mismo nivel que durante la edad adulta?

  Las personas mayores por lo regular se quejan de fallos de memoria, aunque a veces éstas quejas son subjetivas. Dado que el deterioro de la memoria es hasta ahora el primero y principal predictor del comienzo de la demencia tipo Alzheimer, es importante determinar si los cambios experimentados en la memoria de los mayores son reales o subjetivos. El envejecimiento, pero sobre todo las enfermedades neurodegenerativas asociadas a la edad como el Alzheimer y el Parkinson, producen trastornos cognitivos y conductuales serios que afectan la calidad de vida de los mayores.
  Durante el desarrollo, el cerebro aumenta su volumen, sin embargo, se encoge durante la vejez, ésta reducción empieza en la adultez joven y continúa gradualmente, de modo que, para cuando llegamos a los 80 años, el cerebro promedio ha perdido cerca de 5% de su peso. Parte de esta pérdida puede representar las etapas iniciales de enfermedades degenerativas o algunas lesiones; pero al parecer ocurre cierta reducción incluso en el envejecimiento sano, sin indicios de enfermedad o lesión.

¿Qué ocasiona que el cerebro se encoja con la edad? En algunas áreas del cerebro de los mamíferos, las neuronas mueren en el curso del envejecimiento normal. Numerosos estudios iniciales sugieren que el hipocampo de los mamíferos pierde neuronas durante el envejecimiento saludable, sin embargo, en estudios más recientes donde se emplearon métodos modernos de conteo celular se reveló relativamente poca pérdida de neuronas hipocampales relacionada con la edad en seres humanos, monos o ratas, contrario a lo que se pensaba anteriormente.
  En la actualidad diversos investigadores creen que una reducción considerable en el número de neuronas hipocampales es una señal de alarma de enfermedades relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano, también parece que el hipocampo que envejece normalmente tampoco muestra una disminución en la cantidad de sinapsis, es decir que la edad no causa un declive en la formación de las memorias de tipo episódica y semántica, dependientes de esta estructura cerebral.
  
Entonces, si no hay pérdida de neuronas ni sinapsis hipocampales, ¿Qué ocasiona el deterioro? Las conexiones sinápticas pueden ser menos estables en la vejez; lo que cambia es la capacidad para mantener los cambios en la fuerza de la sinapsis que es incrementada por la potenciación a largo plazo (PLP), que es un aumento duradero en la comunicación sináptica entre dos neuronas como consecuencia de una estimulación eléctrica de alta frecuencia. Este ajuste en la eficacia sináptica es el proceso fisiológico que sustenta el aprendizaje y la memoria, si la PLP ocurre, pero luego se desvanece, pues ya no tiene la misma intensidad, el nuevo aprendizaje se perderá y de ahí el deterioro de la memoria.

Bueno, pero no todas son malas noticias. Es cierto que cuando el cerebro envejece pierde neuronas y sinapsis y la PLP se vuelve inestable, pero el cerebro puede contener en sí mismo algunos mecanismos para enfrentar este deterioro, los cuales incluyen la capacidad para desarrollar nuevas neuronas, aunque hasta hace relativamente poco se pensaba que nacíamos con todas las neuronas que tendríamos para toda la vida y que si esas células morían no se recuperaban jamás, ahora se sabe que la neurogénesis ocurre a lo largo de la vida, aunque de manera menos prolífica en el cerebro adulto que en el cerebro en desarrollo, pero no se detiene, lo que nos da esperanza en encontrar nuevas formas de mantener nuestras capacidades cerebrales más óptimas aún con los años encima.

Referencias y lecturas recomendadas

Ballesteros, S., (1999) Memoria humana: investigación y teoría. Psicothema, 11(4) 705-723
Mark A.Gluck, Eduardo Mercado, Catherine E. Myers. (2009). Aprendizaje y memoria. Del cerebro al comportamiento. Nueva York: McGraw-Hill.
Aguirre Siancas, E.,(2015) La función del hipocampo en el procesamiento de la memoria y su deterioro durante el envejecimiento, Revista Mexicana de Neurociencia, 16(4): 21-30 rmn154c.pdf (medigraphic.com)

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